Vuelo inútil: la luna ya ha perdido tu espíritu y tu canto tiene por estela el silencio. Pronto, estrella llovida, recipiente de nada, nublarás unas flores o el brillo de una piedra.
Ni un rumor, ni una lágrima multiplican tu muerte, ni un suspiro da eco tristemente a tu pico: nadie siente que pierdes tu lugar en el aire
Y qué, al igual que duermen peces entre las olas y hombres entre la tierra, no tengas tu descanso en los azules vientos que acarician tus alas.
Y las nubes ya saben que es tu último, y que, pronto tu boca la canción de tu vida cantará silenciosa: pero guardan su llanto, pero guardan su llanto para los olivares.